martes, abril 15, 2008

Se disparó el precio del acero y la ampliación sigue aumentando sus costos

Materia prima.

Se duplican los precios del acero

Zoraida Chong
zchong@prensa.com

La tonelada de acero en Panamá ha pasado de 700 dólares a mil dólares en los últimos cuatro meses a consecuencia de los incrementos en el mercado internacional. Si contamos desde 2006, el precio de este material, indispensable para la industria de la construcción, se ha doblado.

“Estamos prácticamente a merced del mercado mundial”, señala Walter Medrano, presidente de la Cámara Panameña de la Construcción.

Los proveedores del producto en el ámbito local estiman que a corto plazo la tendencia continuará al alza, pues en el mercado internacional siguen subiendo los precios, tanto del mineral de hierro como del petróleo, indispensable para su fabricación y transporte.

A esto se suma la alta demanda impulsada por China, pero también por otras economías emergentes.

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El acero por las nubes

En los últimos meses el precio del acero en Panamá ha pasado de 700 dólares la tonelada a mil dólares por la misma cantidad. La principal industria que depende de este material en el país, la de la construcción, da señales de preocupación, mientras los distribuidores no creen que la situación cambie en el corto plazo.

Zoraida Chong

zchong@prensa.com

LA PRENSA | David Mesa

Pocas cosas pueden ser peores para una economía que la incertidumbre con relación a los productos clave para su desarrollo. Y aunque en Panamá no puede hablarse propiamente de una escasez de acero, algunos constructores se quejan de que no siempre tienen disponibilidad de este material.

Además, los precios han despegado vertiginosamente, para preocupación de los involucrados en los negocios de la construcción.

“En 2003, la tonelada de acero estaba en 220 dólares, en 2004 hubo un alza significativa, en la que llegó a los 700 dólares, y en 2005 empezó a bajar. En 2006 estaba en 450 dólares, pero de ahí volvió a subir hasta los niveles que vemos hoy día, que alcanzan los mil dólares por tonelada”, explica Walter Medrano, presidente de la Cámara Panameña de la Construcción (Capac).

Ingenieros de Desarrollos Bahía, promotora de The Point, el edificio más alto de la ciudad en estos momentos, -62 pisos y 244 metros de altura-, afirman que en una obra de este tipo, el incremento del precio del acero se traduce en un 5% del costo total del proyecto, aunque esto varía mucho en función del tipo de edificio y su diseño estructural.

Los profesionales añaden que en el escenario actual, los costos de construcción, incluyendo otros materiales, se incrementarán en 8%, algo a lo que no están acostumbrados ni los clientes ni los constructores, pues anteriormente el aumento en un edificio promedio se estimaba entre 2% y 3%.

Crecer cuesta

El desempeño económico de Panamá es uno de los más destacados de la región, pero algunas de las actividades que lo impulsan, como la ampliación del Canal Interoceánico, la industria inmobiliaria y la construcción de diversas infraestructuras, han generado una elevada demanda de materiales de construcción.

Un ingeniero civil, al ser consultado por este medio sobre el procedimiento de compra, señala: “Le compro el acero al que me dé el mejor precio. o bueno, a veces le compro al que tenga”.

Para el presidente de la Capac, el problema de la disponibilidad puede deberse a que los proveedores no estaban preparados para el incremento de la demanda o no han logrado calcular adecuadamente las necesidades del sector, pero Arturo Gómez, gerente general de Plastimetal, un proveedor local de productos de acero, asegura que esto se debe a que los altos precios y la demanda no permiten tener inventarios suficientes.

“Con un producto que hoy se vende de 950 dólares a mil dólares la tonelada, y que en el mercado de Panamá tiene una demanda de unas 150 mil toneladas anuales, nadie puede tener grandes inventarios disponibles porque es una suma de dinero muy grande”, apunta.

PRODUCTIVIDAD. En Panamá, la industria de la construcción genera 130 mil empleos directos. LA PRENSA | David Mesa

El empresario reconoce que cuando una compañía grande amarra una compra importante, es posible que en un momento determinado eso haga que quien compre cantidades pequeñas y de un día para otro pueda sentir cierta escasez, pero aduce que esto se define más como la consecuencia de una oferta muy similar a la demanda, algo que también puede observarse en el resto del mundo.

Aunque las condiciones del mercado actual parecen beneficiar a los intermediarios que proveen el producto, estos afirman que es todo lo contrario.

“No hay peor enemigo de la inversión que la incertidumbre. Cualquier situación donde exista un alto nivel de inestabilidad, salvo algunos pocos que buscan oportunidades puntuales, no beneficia a nadie”, explica Raúl Cochez III, vicepresidente de Cochez y Cía.

Humberto Hoyos, gerente general de Pazko, otra de las empresas proveedoras, asegura que en Panamá “ni siquiera se está vendiendo el acero a precios de reposición” -monto que tendría que pagar la empresa para adquirir el mismo tipo de producto nuevamente-. Además, el mercado local se beneficia por la ausencia de impuestos de importación de acero y su posición geográfica estratégica.

“Los precios están de 20% a 25% más bajos que en otros países de la región”, apunta. Pese a todo, las importaciones de acero, lejos de reducirse, se han incrementado. Hoyos asegura que la compañía que representa creció 33% en 2007, con relación al año anterior, además de que, según sus cálculos, en los tres primeros meses de 2008 han ingresado al país 52 mil toneladas de acero en barras (también conocido como corrugado o deformado). El año pasado fueron 141 mil toneladas en los 12 meses, según datos preliminares de la Contraloría General de la República.

Volatilidad mundial

Los factores que explican los altos precios actuales del acero son complejos y abarcan desde la demanda mundial hasta el incremento en el precio del petróleo.

Panamá, como país importador de este producto, ha quedado a expensas de los vaivenes en los mercados internacionales.

Y aunque en 2004 eliminó los aranceles para la importación de acero, con la intención de disminuir el precio en el ámbito local, la medida se ha quedado corta.

En un artículo publicado en 2004 en la página web de la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas A.G., de Chile, Ernesto Escobar, el entonces gerente comercial de la Compañía Siderúrgica Huachipato -una de las más importantes de ese país-, atribuía los problemas actuales, en parte, a la crisis asiática de finales de la década de 1990.

“Dicha crisis significó el quiebre de muchas empresas del área. Cerraron industrias siderúrgicas en distintas latitudes, no solo en Estados Unidos, donde el fenómeno fue arrollador”, escribía el ahora vicepresidente de Cintac, otra importante empresa siderúrgica en su país.

En su escrito, Escobar, afirmaba que el cierre y la fusión de plantas disminuyó la oferta mundial, algo que se agravó con los acuerdos de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, sobre la eliminación de subsidios, principalmente a plantas ubicadas en Europa del este y la antigua Unión Soviética, “cuya existencia generaba distorsiones graves en el mercado internacional del acero”.

Walter Medrano
LA PRENSA | David Mesa

Humberto Hoyos.
LA PRENSA| Gabriel Rodríguez

La disminución de la capacidad instalada en la industria acerera mundial se encontró posteriormente con la recuperación económica de Asia que empezó a demandar materias primas para un crecimiento que continúa en la actualidad.

“China es un factor que pesa para todo, porque su economía es tan grande que cuando los chinos compran o dejan de comprar, se refleja de forma importante en el mercado internacional”, afirma Arturo Gómez, de Plastimetal.

Pero la región asiática no es la única, también Europa, América y África han incrementado su consumo en mayor o menor medida (Ver tabla: Consumo de acero laminado).

Proyecciones al alza

Las perspectivas de los precios no son positivas para los constructores, pues hasta el año pasado el dragón asiático -que es el primer productor y consumidor mundial de acero- había competido con precios bajos, logrados a través de incentivos a la exportación siderúrgica, pero debido a fuertes reclamos de la comunidad internacional, retiró los apoyos que mantenían los precios artificialmente bajos.

Esto explica, en parte, el incremento significativo en los tres principales productos de acero que se negocian en los mercados internacionales: el Hot Rolled (laminado en caliente), el Cold Rolled (laminado en frío) y el Rebar (barras corrugadas), durante los tres primeros meses del año en curso. Pero esto no es todo. El mineral de hierro, materia prima utilizada para la fabricación de acero, también se ha encarecido.

Solo la semana pasada, la minera brasileña Vale, mayor productora y exportadora mundial de este material, anunció un incremento del 86.67% en el precio de las pelotas de hierro que suministra a ArcelorMittal, el grupo siderúrgico más grande del mundo. Pero esto es solo un ejemplo, pues el hierro ha subido vertiginosamente desde hace ya varios años. La agencia de noticias EFE, reportaba a finales de febrero que el precio mundial del hierro se ha multiplicado por cinco desde 2001.

El motivo de estos ascensos, expertos internacionales y proveedores locales lo atribuyen a la alta demanda, pero sobre todo al hecho de que existe un monopolio en la extracción del hierro.

El Centro de Información de China en internet, publicó recientemente una noticia en la que explicaba: “Vale se encuentra en una posición monopolística en el sector minero del mundo, y ha fijado el precio inicial del mineral de hierro durante siete años consecutivos. Su producción de mineral de hierro osciló entre 330 millones y 350 millones de toneladas en 2007, cifra que supera el volumen combinado de sus rivales Rio Tinto y BHP Billiton”.

A todo esto hay que sumar el precio del petróleo, que interviene como generador de energía tanto para el proceso de fabricación del acero, como para su transporte. El flete, dicen los proveedores se ha duplicado en los últimos años, no solo por el precio del combustible, sino porque el mundo está creciendo en términos comerciales y la demanda de transporte marítimo para las mercancías supera a la oferta de buques disponibles.

Por si el escenario mundial no era lo suficientemente sombrío, la agencia de noticias china Xinhua, publicó a principios de abril que expertos de la industria en ese país predicen que los precios seguirán al alza, e incluso podrían cruzar el umbral de los mil dólares por tonelada, impulsados por las obras de reconstrucción necesarias tras un severo invierno y el aumento de las inversiones inmobiliarias.





Considerando que toma tres meses que llegue a Panamá el acero, después de que se cierra un contrato, y que en lo que va del año ha seguido encareciéndose en el mercado internacional, se estima que los precios locales se mantengan al alza. Aun así, los distribuidores en Panamá sostienen que no se llegará al extremo de la escasez.

En el futuro cercano, dice Raúl Cochez III, se prevé más “volatilidad” en los precios, pero “con tendencia a estabilizarse sobre el mediano y largo plazo”. “Habrá acero para el Canal, para los edificios y para las infraestructuras, pero habrá que pagar lo que cueste”, puntualiza Humberto Hoyos.

Requerimientos de acero
Volúmenes de acero necesarios para algunas estructuras. Cálculos aproximados de obra terminada.

>> Expansión del Canal de Panamá: 256 mil toneladas de acero de refuerzo y 54 mil toneladas de acero estructural
>> Edificio The Point: 6 mil 600 toneladas.
>> Edificio Los Faros de Panamá: 35 mil 309 toneladas.
>> Puente Centenario: 8 mil toneladas.
>> Embajada de Estados Unidos en Panamá: mil 100 toneladas de acero.

mil 100 toneladas de acero.